Exposición Sala Bastero

Carnalidad existencialista

La obra de Ramón Pérez (Bilbao 1964)ha merecido numerosos premios y distinciones, además de haberse expuesto en las galerías Luis Burgos Lumbreras y Epelde y Mardaras de Bilbao o las madrileñas Espacio Artificial .Más recientemente, sus cuadros se incluyeron entre los seleccionados para la decimotercera  edición de Bosteko(2010) junto con la obra de Elena Goñie e. Ignacio Saez .De hecho, la muestra itinerante puede contemplarse durante estos días en el centro cultural de Abusu Arrigorriaga .Es precisamente la organizadora de Bosteko desde su última edición , Itxaso Mendiluze,la principal responsable de esta “EL ERA EL”, que nos descubre a un artista con un estimulante mundo propio.

El retrato ocupa un espacio central en la exposición de Bastero y, en apariencia, también de la producción de Ramón Pérez en general.Retratos al desnudo que, como convenientemente señalan los organizadores de la muestra, recogerían la tradición cortesana por la cierta solemnidad de su tono, lo cuidado de su resolución estética y la intensa sensación de pose consciente que se desprende de ellos.

Sin embargo se añaden otros elementos que contribuyen a elevar el interés de la empresa, al tiempo que la tornan más ambigua.Muy especialmente los retratos de Ramón Pérez

(Hombres y mujeres desnudos, jóvenes embarazadas niños…)inciden en destacar la vulnerabilidad del individuo, su frágil doble condición de espectador y objeto de la mirada ajena, su indefensión frente a un papel ambivalente y quizá  

 irrepresentable, que de inmediato los rodea de completas connotaciones existencialistas.La propuesta, por tanto tiene más de psicológica que de filosófica, aunque La Luz de lo

Autobiográfico y lo puramente emocional se filtre de algún modo por sus rendijas.

Y, puesto que mencionamos La Luz, destaca dentro del estilo de Ramón Pérez, en un plano ya puramente formal el empleo de las luces y las sombras con el propósito de recrear sutilmente por medio de veladuras los ambientes en que se integran sus modelos y ,al mismo tiempo proporcionan a éstos una rara carnalidad que los aleja de toda naturaleza teórica o fantasmal.

La serie de retratos desnudos se complementa en Bastero con otra serie en la que veinticuatro calaveras nos reafirman

En esta visión existencial, al representar en su consabida danza lo mortuorio y satírico un mosaico de la naturaleza humana .

El conjunto de todo ello es una propuesta de vida hacia la que sin duda alguna merece la pena dirigir la mirada y mantenerla posada allí durante largo tiempo .

Pano López